Siete de cada 10 personas se viste inapropiadamente, y seis de cada 10 se enfoca en hablar mal de su trabajo anterior, o mastica chicle mientras responde al empleador, indica una encuesta de la firma Harris Interactive, entre 3,000 especialistas en recursos humanos.
Los nervios y el escaso o nulo conocimiento que tengas de ti, como profesional, y del cliente (empresa a la que asistes), pueden acabar con la oportunidad de emplearte. Faltas en apariencia tan “sencillas”, como desviar la mirada, interrumpir, contradecir, o desconocer tus habilidades y el giro de la firma, descartan a un candidato, explica la psicóloga industrial, y reclutadora, Patricia Martínez.
No hacer preguntas cuando lo indica el entrevistador es lo que mas suele molestar a los reclutadores según una encuesta aplicada en Estados Unidos, por el autor del libro 301 Best Questions To Ask on Your Interview (301 mejores preguntas que hacer en tu entrevista). El autor John Kador cita que los candidatos que no preguntan causan desconfianza.
No hacer preguntas cuando lo indica el entrevistador es lo que mas suele molestar a los reclutadores según una encuesta aplicada en Estados Unidos, por el autor del libro 301 Best Questions To Ask on Your Interview (301 mejores preguntas que hacer en tu entrevista). El autor John Kador cita que los candidatos que no preguntan causan desconfianza.
Olvídate de abrir la boca sólo para decir: “todo queda claro”. Hay que preparar preguntas relacionadas con la vacante y la empresa, y trabajar otros aspectos que sumen puntos a tu presentación.
Primero, mira estos errores que arruinan la entrevista:
1. Perdón por llegar tarde. Si te interesa tener un empleo ¿por qué ser impuntual? La gente piensa que tener un buen currículo es suficiente, pero llegar tarde a la primera cita y justificarse conduce a pensar ¿qué puedo esperar al contratar a esta persona?, explica Michael Garee, autor del libro Headhunter, Hiring Secrets.
Importante. Ser impuntual es sinónimo de falta de respeto por la reunión, aun cuando debas esperar al reclutador, recuerda que quien quiere el empleo eres tú. Organiza tus tiempos y, si no ubicas con exactitud la dirección, un día antes visita el sitio para no perder tiempo en buscar y estacionarse.
2. Mi ex jefe (a) ponía el peor ejemplo.
Es cierto que las diferencias con el superior, es una de las primeras causales de renuncia o despido, pero evidenciar ese problema o utilizarlo como argumento para defender la salida de un trabajo no es óptimo.
Importante. Los reclutadores no son “terapeutas emocionales”, a quienes les interesa tu frustración emocional con el ex jefe. Quieren saber por qué eres una opción a contratar, qué valor le darías al puesto y los logros que has conseguido. Debes ser un candidato, que sabe manejar las diferencias con sus superiores, refiere Michael Garee.
3. ¿No me recibe el director?
Las personas que se sientan frente al reclutador con un mal gesto o en actitud arrogante de saber todo y merecer trato personalizado a su llegada, también disgustan al reclutador.
4. Mi “error” es ser perfeccionista.
Al estar frente al reclutador, una pregunta que no suele faltar es hablar sobre tus defectos. Seguro has pasado por ello, así que evita caer en la improvisación de responder: “soy perfeccionista y obsesivo (a)”
Importante. Muestra humildad ante los defectos y menciona cómo trabajas para corregirlos.
Al responder con el argumento “soy perfeccionista”, demuestras escaso conocimiento sobre ti, como profesional. Quizá eres perfeccionista, pero evitar caer en una respuesta que un gran número de candidatos suelen dar. Sé diferente, elabora la respuesta en forma distinta, centrándote en aquello que puede representar una ventaja para la empresa. Por ejemplo: “soy una persona que me gusta apresurar los tiempos”, en ocasiones se debe ser más paciente y coordinarse mejor con el equipo. Lo que presentes como debilidad para el grupo puede ser una fortaleza, apunta Jorge Curcio.
5. Tu estrategia a largo plazo. La empresa que abre una oferta busca a quien ocupe el puesto por un largo plazo, no por meses.
Importante. Ortega relata un ejemplo de aquello que debes evitar en la entrevista: “recuerdo a una persona que pasó los exámenes y entrevistas para cubrir la vacante. Al cuestionarle cómo se veía en cinco años, dijo ‘con mi propia empresa’. Por supuesto, su oportunidad de ser contratado terminó ahí.
Preguntas de ‘oro’
Andrew Sobel, autor de la obra Power Questions: Build Relationships, Win New Business, Influence Others comenta que a los candidatos les ayuda formular preguntas que destaquen habilidades, responsabilidad, confianza y proactividad. Por ejemplo:
- ¿Cuáles son los retos inmediatos del puesto? Prioridades para los primeros tres meses de trabajo.
- Este trabajo representará un paso importante en mi carrera. ¿Cuál es el aspecto más gratificante de trabajar con ustedes?
- ¿Cómo son los planes de carrera en la empresa?, ¿qué opciones se manejan para este puesto?
- ¿De qué forma se evalúa el desempeño de los colaboradores?
No es indispensable esperar al último para plantear estas preguntas, si detectas una oportunidad a lo largo de la entrevista, aprovecha, sin arrebatar la palabra. En esta reunión cara a cara es indispensable concentrarse en escuchar y a partir de lo expuesto por el empleador hacer comentarios, indica Sobel.
Fuente: http://blog.zonajobs.com/postulantes/5-errores-que-danan-la-entrevista-de-trabajo/
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