jueves, 28 de febrero de 2013

Preworking Intelligence

Científicos como Howard Gardner y Daniel Goleman, han planteado la existencia de diversas inteligencias, que van más allá del indicador denominado como Coeficiente Intelectual (IQ, por sus siglas en inglés). Conseguir un empleo, requiere mucho más que un IQ elevado. 

Seguramente han escuchado y/o vivido de cerca, el caso de personas que son sumamente inteligentes y capaces, pero que no han logrado tener un buen desempeño en las empresas en las que colaboran o no obtienen el trabajo que desean.
Desde el enfoque de la Empleología, se aborda el desarrollo de una inteligencia que facilita la generación de conexio­nes de empleo. Se trata de la Pre-working Intelligence (PI), o inteligencia requerida para enla­zarse y conectarse con el mundo laboral.
Es el conocimiento que habilita al candidato para entender las necesidades de la empresa en un proceso de reclutamiento y selección de talento. De manera que, conociendo a su audiencia, pueda aplicar dicho conocimiento y obtener mejores resultados en su búsqueda de empleo.
Su razón de ser es el desarrollo de habilidades y competencias para la creación  de una estrategia que nos conduzca a encontrar el mejor empleo o la mejor alternativa de espacio para el aprendizaje y el desarrollo profesional. La Pre-working Intelligence comienza justo con la identificación y el reconocimiento de quiénes y cómo somos, así como qué nos motiva respecto al empleo.
El número de probabilidades aumenta positivamente cuanto mayor conocimiento tenga el candidato acerca de quiénes conforman su audiencia y cómo son. Comprender la fisonomía y el comportamiento del “cliente” hoy día es fundamental.
La concep­tualización de la Pre-working Intelligence tiene un alcance capaz de abarcar desde la preparación del CV hasta la firma del contrato de incorporación.
Estrategias para Desarrollar la PI
El desarrollo de la Pre-working Intelligence implica que las personas procuremos la formación de ciertos comportamientos habituales relacionados con la facultad para identificar las oportunidades para vincularse con una oportunidad de trabajo. Asimismo, una vez que se ha encontrado el espacio para crear la conexión, podemos hablar de tres estrategias básicas para potenciar el talento:
- La conexión: el primer impulso
Es el estado en el que se gestiona el enlace entre los candidatos y las empresas. Corresponde a la etapa en la que las personas establecen estrategias para buscar y encontrar empleo, mientras que las autoridades del talento hacen lo propio estructurando perfiles de puesto y vacantes para satisfacer las necesidades de profesionistas y colaboradores de las áreas solicitantes de sus empresas. Se genera durante la selección inicial, cuando se avanza entre la probabilidad 200 y 50 para que el candidato sea elegido para continuar con el proceso de atracción y reclutamiento.
- La contención: el proceso de entrevistas
Es fundamental para el candidato y para las autoridades del talento concretar una conexión de empleo exitosa. Para ello se requiere, además del encuentro en un mundo de probabilidades, de contención. Esto significa que los ejecutivos de recursos humanos deben ocuparse de crear y mantener condiciones para que los candidatos y los solicitantes de la organización permanezcan activos y con actitud participativa en todo el proceso. La ausencia de contención genera bajos niveles de asertividad, participación y desencadena que el impulso inicial para la atracción, reclutamiento y selección del talento se desestructure.
- Concretar: Lograr el objetivo
Requiere el desarrollo de cuatro factores clave en la Pre-working Intelligence:

  1. Disponibilidad: Comprende la capacidad de atender y decidir sobre un estímulo como lo es la invitación a conectar y la muestra de voluntad para generar un principio de relación positivo. Implica que hay interés y orientación de las partes para colaborar en conjunto por un objetivo. También se entiende como la apertura para llegar a un acuerdo de triple beneficio. Este concepto se extiende durante toda la trayectoria de las personas en la organización.
  2. Temporalidad: Esta variable está en función de la velocidad de cobertura de un requerimiento y se empata con la disponibilidad del candidato para participar en el proceso. La alineación del tiempo juega un papel fundamental cuando se ha generado una conexión. Representa la mayor o menor capacidad de respuesta ante una oportunidad de empleo.
  3. Compatibilidad: Ésta se presenta cuando los elementos, cuadrantes, requerimientos y demás aspectos señalados en el enfoque de la Empleología están alineados entre sí para producir una conexión exitosa. La compatibilidad va más allá de la afinidad entre la persona y la posición laboral. Antes bien, es el impulso inicial para una contratación lograda en el mediano plazo, para posicionar el desarrollo del individuo dentro de la organización.
  4. Profesionalidad: Es el grado de formalidad y dominio de conocimientos y experiencia demostradas por el candidato en las fases de atracción de talento y búsqueda de empleo. Se refiere igualmente a la inclusión de objetividad, justicia y transparencia con la finalidad de concretar las conexiones de éxito que desembocan en una contratación efectiva.
La Pre-working Intelligence tiene como propósi­to que las personas, al insertarse en el universo laboral, impriman la mayor velocidad posible al impulso para llegar a la meta que tienen propuesta, asegurándose de rebasar a los competidores y obstáculos que se presentan antes de aterrizar en la pista del empleo y hacia una nueva trayectoria profesional.

Fuente: http://blog.zonajobs.com/postulantes/preworking-intelliegence-conocimiento-profundo-entre-empresa-y-candidato/

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